Me alegro leer un microrrelato de mi amiga Clara Fernández Fernández que vive en Málaga. Clara tiene 22 años y estudia traducción de español, inglés, francés y griego en la Universidad de Málaga. Ha estudiado también en Bruselas. Clara escribe desde hace años.
Ich freue mich eine Kurzerzählung meiner Freundin Clara Fernandez Fernandez zu lesen. Clara lebt in Malaga, Andalusien und ist 22 Jahre alt. Sie studiert Übersetzen Spanisch, Englisch, Französisch und Griechisch an der dortigen Universität und hat auch in Brüssel studiert. Clara schreibt seit Jahren.
Διαβάζω με χαρά ένα μικρό διήγημα της φίλης Κλάρα Φερνάντεθ Φερνάντεθ που ζει στη Μάλαγα, στη νότια Ανδαλουσία και σπουδάζει μετάφραση ισπανικά, αγγλικά, γαλλικά και ελληνικά. Η Κλάρα έχει κάνει σπουδές και στις Βρυξέλλες και γράφει εδώ και κάποια χρόνια.
Εικόνα Λιόσπορος, Αθήνα-Ψυρρή, Imágen Liósporos Psirí, Atenas, Bild Liosporos Athen-Psirri
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ELLA
Ella vive la vida intensamente. Cuando está triste, su pesar es el más profundo de los pesares. Y no lo esconde. Cuando es feliz, salta literalmente de alegría. Y así lo muestra.
Ella canta sus emociones a viva voz. Sus llantos y gemidos son los más conmovedores que he oído jamás. Su alegría trae la luz a un día sombrío.
Ella siente curiosidad por todo. Todo lo mira. Sus ojos, siempre nuevos, persiguen cada mota de polvo, cada trozo de mundo insignificante.
Ella quiere a pocas personas. El amor no es para derrocharlo. Pero su afecto es incondicional, el más sincero, el más puro sobre la faz de la tierra.
Ella teme la soledad. Sabe que nada es más cálido que un hogar, y ella detesta el frío. No le gusta ir sola por la calle, nunca se aleja demasiado de las personas. No quiere volver a sentirse sola nunca más.
Ella no esconde nada. No tiene miedo a enseñar su cuerpo. Se muestra tal cual es. Sin embargo, teme a quienes se acercan, atraídos, a estudiarlo. Ha vivido malos ratos por culpa de esos individuos, eso sin duda. Pero es inocente, y guarda con celosía su virginidad.
Ella no ha recorrido el mundo, como yo. Pero sabe lo que quiere. No necesita buscarle sentido a la vida. Es sabia y halla el equilibrio en la rutina de su día a día, viviendo cada momento sin preocuparse por el siguiente.
Cuando la observo, pienso que perdemos el tiempo. Disfrazamos las emociones, nos vestimos cada día de preocupaciones absurdas. Yo quiero vivir intensamente, como ella, como mi perra.
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